“Una causa imbécil, de inútiles, no hubo nada. Nadie hizo nada acá, es una causa que ni fu ni fa. Nos hacen venir por cholulaje de la Justicia cordobesa, si no fuéramos nosotros, sería una causa más”, dijo unas semanas atrás Alex Caniggia antes de ingresar a declarar. Él y su hermana fueron a juicio por “lesiones leves y amenazas”.
Esta mañana luego de que ambos declararan, hubo veredicto. Pablo Layus compartió en sus redes la noticia: “La Justicia decidió condenar a Alexander por amenazas, seis meses de prisión en suspenso, fijar por dos años domicilio y acreditar trabajo, 80 horas de tarea comunitaria”. También condenó a Charlotte Caniggia: “Un mes de prisión en suspenso. Dos años de fijar domicilio, acreditar trabajo, no cometer delitos y 60 horas de trabajo comunitario”.
Los Caniggia ingresaron acompañados por su abogado en Córdoba Nicolás Suárez (que trabaja con Alejandro Cipolla) a las 10.00 en punto al juzgado y al entrar al ascensor, Alex gritaba “barats”.
La denuncia, que hizo el periodista Pablo Layus es por un hecho ocurrido en el 2017 en la disco de Córdoba Capital Keops. Los mediáticos salían del boliche luego de que Alex se peleara con un guardia de seguridad. Alertado por la situación, el cordobés, en ese entonces cronista de Intrusos, comenzó a grabar la situación con su celular y Charlotte para evitar la difusión de las imágenes tiró el teléfono del cronista y lo rompió contra el piso.
La fiscal, Mercedes Balestrini, había solicitado cinco meses de cárcel condicional para Charlotte, un año y cuatro meses de prisión en suspenso para su hermano Alex y dos años y cuatro meses de cárcel para el mánager de los hermanos Fabián Alberto Esperón.
En su página web, Layus expresó: “Muchas veces lo ocurrido en el verano y en plena temporada queda en ese verano, en información de programas chimenteros y nada más. Pero en este caso se cruzaron límites que ahora son evaluados por la justicia. Es la primera vez que los hermanos la hacen y no queda en solo títulos periodísticos, esta vez tuvieron que someterse a derecho, sentarse en el banco de los acusados y escuchar muchas veces que se habían equivocado”.
“Tal vez quedará pendiente las disculpas correspondiente. En mí caso las sigo esperando y más aún, luego de escuchar al abogado defensor argumentar que viole la intimidad de los chicos al grabar con mí celular un episodio de violencia que hubiera terminado distinto si no hubiera estado presente”, sumó.
Además hizo una referencia con Charlotte: “No me arrepiento de haber apoyado miles de veces a Charlotte en sus peleas con Loan. Con mí propia mujer hablamos muchas veces con ella y pese a que ya me había roto el celular siempre la vi como una niña sola y mal acompañada. Y en este caso no es la excepción, sigue sola. Su representante, que siempre se jacto de ser su consejero, no la acompaño con su rol. Esto hubiera terminado con el pedido de disculpas correspondiente que sigo esperando”.
“Creo que ya se demostró que no es gratis agredir a nadie, romper un bien de otro, amenazar y seguir sonriendo ante las cámaras como si nada hubiera ocurrido”, concluyó el periodista.


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