Antes de dar comienzo a este reencuentro con el público argentino, los hermanos Galán decidieron cerrar el 2025 con este anuncio y vivir un momento especial con los medios. No fue una conferencia de prensa tradicional: el evento se convirtió en una charla a corazón abierto que reveló el lado B de los hermanos Lucía y Joaquín, ese territorio en el que los miedos, las decisiones, la vulnerabilidad y la soledad se mezclan con la fuerza escénica que los caracteriza.
El host del evento, el periodista Javier Fabracci, abrió el juego a esta conversación diferente en la que Pimpinela recorrió su historia y habló acerca de cómo manejan esa dualidad entre el éxito y lo que pasa en la vida debajo del escenario. “Hay que estar muy preparado para eso. El contraste es muy grande. Cuando terminás un concierto en un estadio de miles y miles de personas con la adrenalina arriba, te llevan al hotel, y de golpe tenés la comida ahí. Cada uno del staff, que somos 26 personas viajando, se va a hacer su vida y te quedás solo. Entonces, tenés que estar muy preparado. Hay carreras más difíciles que otras, pero uno expone mucho su cuerpo, sus emociones, y considero que es muy importante”, dijo Lucía. “Yo pienso que nosotros tuvimos la suerte de venir de la época donde cada escalón te lo ganabas a través del tiempo y de ir madurando”, dijo Joaquín: “Si bien, también es cierto, que ‘Olvídame, pega la vuelta’ fue una canción que tuvo una repercusión muy rápida en un año y medio. A los dos años de salir la canción, estábamos cantando en el Radio City, en Nueva York, algo impensable para esa época. De todos modos atravesamos esos años 80 con calma, yendo y viniendo, mostrando al dúo en todos los países”.
También hubo un momento para que cada uno de los Galán dijera qué era lo que lo molestaba del otro. “Ha ido mejorando mi hermano. El muchacho antes era muy impuntual y yo soy muy puntual, entonces era todo un tema. Teníamos que estar para irnos a alguna entrevista o algo similar y era yo la que estaba abajo en el lobby siempre esperando y ahí surgían las conversaciones, las canciones sin música y con otra letra”, comentó entre risas Lucía. “Yo creo que siempre veo el lado más positivo. Peleas de hermanos es inevitable, pero la mejor noticia para nosotros es que, viendo cómo se llevan otros hermanos, nosotros somos realmente maravillosos”, respondió Joaquín.
“Salimos de gira en el 82 y nunca paramos. No es que ahora vamos a salir de gira de nuevo: acabamos de llegar hace una semana de México, Dominicana, Panamá y de España. Yo creo que tenemos un entusiasmo que hace que el día a día sea productivo, sea creativo”, señaló Lucía sobre cómo es arrancar un tour por todo el país luego de 43 años de trayectoria. Para Joaquín, la vida de los hermanos es una gira permanente: “Así lo planteamos al principio y es un estilo de vida, no es que sintamos que salimos a trabajar, es nuestro estilo. En nuestro estilo de vivir en familia y de recorrer tantos sitios”.
“Esa relación de hermanos se siente a la hora de de estar de gira”, fue lo que destacó Joaquín de Lucía. “Y en lo profesional, valoro mucho el rendimiento de ella en concierto, la entrega, la ductilidad, la magia para subirse a un escenario y conectar con la gente”. Por su parte, Lucía dijo: “Nos divertimos mucho. Tenemos mucho humor parecido. Entonces, hay momentos de mucho cansancio, momentos de mucho estrés, porque son por ahí shows seguidos en distintas ciudades, y trabajar con alguien tan cercano es muy importante”.
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